domingo, mayo 08, 2005

Cursa de l'Alba: ¡Esto es un infierno!

Esta mañana, y como un solo hombre, los hermanos Anmella, Jaume "el Correcaminos" y Santi "el Trotamundos" cruzamos la meta de la Cursa de l'Alba en Collbató. Cuando llegamos a la zona de salida todavía no eran las ocho y voluntarios de la organización ya estaban preparando las brasas en las que asarían las butifarras con que nos recompensarían al finalizar la prueba. El olorcillo de la leña quemada prometía...

La salida tuvo lugar a las 8 y media de la mañana. Por delante teníamos 24 kilómetros, 1000 metros de desnivel positivo y otros tantos de descenso. Tras los dos primeros kilómetros por asfalto, comenzamos la ascensión por los senderos que serpentean por las laderas de Montserrat. La estrechez de los caminos hacía que los corredores tuviésemos que avanzar en fila india. Era imposible adelantar e incluso tuvimos que ayudarnos con las manos en algunos pasos comprometidos. Llegamos al Monasterio ante la mirada atónita de cientos de turistas que parecían preguntarse de dónde demonios había salido aquel grupo de chalados vestidos de corto. Habíamos subido ya un desnivel considerable, pero todavía quedaba lo peor: 1500 escalones tallados en la piedra hasta el mirador de Sant Jeroni, la cota más alta de la prueba, a donde llegamos con nuestras fuerzas al mínimo a pesar del generoso avituallamiento sólido previsto por la organización que incluía fruta, barritas y avellanas. La bajada, que esperábamos que fuese un alivio para nuestras piernas, resultó ser casi peor que la subida. Un descenso infernal por rampas de hormigón, pistas de tierra y trialeras puso a prueba el estado de nuestros cuádriceps. Aquello no se acababa nunca. Además, el sol que para esas horas ya estaba bastante alto lo hacía aún más duro. Pero todo tiene un fin, y tras más de tres horas y media de sufrimiento cruzamos la línea de meta al unísono, demostrando lo que es un equipo. Un espectacular bocadillo de butifarra puso el broche gastronómico a esta nueva hazaña, sin duda la carrera más dura de entre las que hemos participado hasta el momento.