miércoles, junio 15, 2005

Fenómenos paranormales en el Allgäu

Esta tarde corría por los bosques que rodean la villa de Isny junto a Wolfgang, mi "sparring" en Alemania, cuando en un recodo del sendero nos topamos de narices con un hombre que paseaba junto a dos llamas. Suena extraño, pero aquel individuo en lugar de pasear a un chucho llevaba junto a él a dos de esos lanudos animales andinos famosos por sus escupitajos. ¿Habríamos cruzado sin darnos cuenta una puerta a la cuarta dimensión que nos había transportado desde los Alpes de Baden-Württemberg a las proximidades del Machu Pichu?. Al vernos, una de las bestias se nos quedó mirando fijamente y echó a correr hacia donde estábamos. Frenamos en seco y nos quedamos petrificados viendo como la llama se nos echaba encima. Cuando ya estaba a menos de un metro, el animal - qué enorme era el jodido - se paró bruscamente, nos observó con detenimiento durante unos segundos que se hicieron eternos y tal y como había venido, se dio la vuelta y volvió corriendo hasta donde estaba su dueño. Al menos no nos obsequió con un gargajo, como suelen tener por costumbre estos animales, pero nos costó que nuestras rodillas volviesen a ponerse en marcha después de este episodio propio de Encuentros en la Tercera Fase. Y pensar que hay gente a la que correr le parece un deporte aburrido. A este paso tendremos que crear en nuestra web una sección dedicada a los fenómenos paranormales que nos sucedan en el ejercicio del "running"...